La
diabetes es una de las enfermedades más peligrosas que puede sufrir el ser
humano. Se trata de un problema relacionado con la capacidad que tiene el
cuerpo humano para producir o utilizar la insulina, que es la hormona
elaborada por el páncreas, y que además tiene
como función procesar con eficiencia el azúcar que se ingiere a través de los
alimentos. Esto se hace por medio de un
proceso físico y químico del cuerpo, lo que conocemos como metabolismo, que
asimila los alimentos y con ellos produce la energía que todos los seres
humanos necesitamos para vivir. Para este proceso se requiere la insulina.
Ahora bien, cuando el páncreas produce poca o ninguna insulina, el azúcar no
puede ser metabolizada adecuadamente produciendo así la diabetes.

·
Un
azúcar, llamado glucosa,
entra en el torrente sanguíneo. La glucosa es una fuente de energía para el
cuerpo.
·
Un
órgano llamado páncreas produce la insulina. El papel de la insulina es
transportar la glucosa del torrente sanguíneo hasta los músculos, la grasa y
las células hepáticas,
donde puede almacenarse o utilizarse como energía.
Después de muchos años, la diabetes
puede llevar a otros problemas serios. Estos problemas se conocen como complicaciones de la diabetes e incluyen:
·
Problemas oculares, como
dificultad para ver (especialmente por la noche), sensibilidad a la luz y
ceguera.
·
Úlceras e infecciones en
las piernas o los pies que, de no recibir tratamiento, pueden llevar a la
amputación de estas extremidades.
·
Daño a los nervios en el
cuerpo causando dolor, hormigueo, pérdida de la sensibilidad, problemas para
digerir el alimento y disfunción eréctil.
·
Problemas renales, los
cuales pueden llevar a insuficiencia renal.
·
Debilitamiento del
sistema inmunitario, lo cual puede llevar a infecciones más frecuentes.
·
Aumento de la
probabilidad de sufrir un ataque cardíaco o un ataque cerebral (accidente
cerebrovascular)
Desde
hace varios años, los médicos han logrado controlar los más terribles efectos
de esta enfermedad, pero nunca eliminarlos completamente. Hasta hace unos años
se consideraba una enfermedad mortal, hasta ahora se le considera una condición
grave, pero que puede ser absolutamente controlada. Por lo tanto, si siguen las
recomendaciones y el tratamiento ordenado por los médicos y se aprende a vivir
con la enfermedad, porque se trata de una condición crónica, es posible llevar
una vida normal en todos los sentidos. Lamentablemente muchas personas
desarrollan esta enfermedad y no prestan mayor atención hasta que es muy tarde
y ya ha causado graves y serios daños en el organismo.
Hay
muchos mitos sobre la diabetes que hacen más difícil que la gente tome en serio
los hechos, como que esta es una enfermedad grave y potencialmente mortal. Uno
de los mitos más fuerte y frecuente es el siguiente: “Comer demasiados dulces
causa diabetes”.
En
realidad, la respuesta no es tan simple. La causa de la diabetes de
tipo 1 son factores genéticos y desconocidos que desencadenan el inicio de
la enfermedad; la causa de la diabetes de
tipo 2 son factores genéticos y de estilo de vida.
El
sobrepeso aumenta el riesgo de tener diabetes tipo 2, y una dieta rica en
calorías de cualquier tipo produce un aumento de peso.
Los
estudios demuestran que tomar bebidas azucaradas está asociado con diabetes
tipo 2.
La
Asociación Americana de la Diabetes recomienda que las personas limiten su
consumo de bebidas azucaradas para ayudar a prevenir la diabetes. Entre las
bebidas azucaradas están:
·
bebidas
gaseosas regulares
·
ponche
de frutas
·
jugos
de fruta
·
bebidas
energéticas
·
bebidas
deportivas
·
té
dulce
·
otras
bebidas azucaradas.
¡Una
sola porción de estas bebidas eleva la glucosa en la sangre y contiene varios
cientos de calorías!
Vea
usted mismo:
Una
lata de gaseosa regular de 12 onzas tiene aproximadamente 150 calorías y 40
gramos de carbohidratos. Esta cantidad de carbohidratos equivale a ¡10 cucharaditas
de azúcar!
Una
taza de ponche de frutas y otros jugos de fruta tienen aproximadamente 100
calorías (o más) y 30 gramos de carbohidratos.
Otro
de los mitos más comunes que surgen es que las personas con diabetes no pueden
comer dulces ni chocolate.
La
realidad es que las personas con diabetes pueden comer dulces y postres si los
comen como parte de un plan de alimentación saludable o en combinación con
ejercicio. Estos alimentos no están prohibidos para las personas con o sin
diabetes. La clave es comer una porción muy pequeña de dulces y reservarlos
para ocasiones especiales, de modo que las comidas se enfoquen en alimentos más
saludables.
Por
ello es bueno saber acerca de dieta de diabéticos.
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